Los brackets metálicos son la alternativa más tradicional y más empleada, sobre todo en niños y adolescentes. Es una solución excelente y muy eficaz para aquellos pacientes que quieren mejorar su sonrisa con el menor coste.
Es la solución más económica. Están fabricados con acero de máxima calidad, lo que les confiere una gran resistencia. A lo largo del tiempo su tamaño se ha ido reduciendo notablemente, disminuyendo así las rozaduras y haciendo de ellos una solución muy cómoda. Se pueden personalizar con ligaduras elásticas de colores, dándoles un toque divertido.